La startup innovadora
Por azares del destino conocí a un "emprendedor" que me invitó a un bar para hablar de "negocios" después de coincidir algunas veces en ciertos eventos. Me interesaba conocer su estilo de trabajo y ver si podía ayudarlo con consultoría ya que conozco muy bien el deseo de querer tener un negocio y lo difícil que es ponerlo a flote y sobre todo porque el emprendimiento es un tema que me gusta mucho.
El día llegó y el emprendedor me platicó sus sueños cimentados en palabras rimbombantes que todo emprendedor que se respete usa en su pitch: cloud, machine learning, big data, etc. Me llamó mucho la atención su idea de negocio porque se parecía a Tableau así que lo detuve y le pregunté al respecto, pero encontré una negativa y nuevamente empezó la plática sobre lo que quería y sobre todo en quejarse de su programador actual por ser "sumamente malo" y no terminar el proyecto.
Para él, su emprendimiento es sencillo y si supiera programar lo haría en menos de un mes. Después de esto me invitó a conocer el proyecto más de cerca y sin más, me soltó que quería que formemos un equipo para que yo sea el CTO y administre todo el trabajo. Me quedé helado. Un foco rojo apareció en mi cabeza por lo que agradecí la propuesta educadamente y dije NO pero accedí a conocer al programador para ayudarlo a entender por qué su proyecto no salía a flote.
Días después, asistí a la reunión, conocí al programador y me encontré con una persona innecesariamente estresada y frustrada. No pude creer el ambiente tan tóxico en el que ambos trabajaban. En una charla que casi roza las lágrimas, el programador me contó el estrés, la falta de sentido y de foco de todo el proyecto. Aceptó trabajar ahí porque necesitaba empezar a tener side-projects con los cuales aprender, pero el emprendedor ya había cambiado la tecnología del proyecto tres veces por una más "sexy". Debido a esto, llevaban más de un año y lo único que tenían era el motor de gráficas del cual, el programador estaba orgulloso. Y debía de estarlo pues era extraordinario: buen rendimiento, documentado, clean code en su máxima expresión. Él no era un programador: era un artesano de software.
Después de elogiar el código le pregunté si recibía paga o algún porcentaje y para mi sorpresa solo recibía el 3% con cero sueldo. Lo miré a los ojos con tristeza pues entendía la necesidad de aprendizaje, de estar ahí. Pero no entendía la necesidad de estar en un lugar tóxico. Del estrés. Así que le dije: Renuncia. No necesitas estar con un "emprendedor" para aprender.
A los pocos días el programador renunció. Nunca supe si pasó por esta conversación o si fueron otras emociones las que lo obligaron a hacerlo. Mantuve conversación con él durante algunos meses y después lo deje de ver. Su código le llevo a ser considerado en una excelente empresa como desarrollador senior en javascript y empezó a ganar muy buen dinero. Un bonito, feliz y bien merecido final para su historia.
El emprendedor, en cambio, nunca encontró quien desarrollara su proyecto. De hecho, hizo una demo en excel y fue a bajar financiamiento a USA. Consiguió una promesa de inyección de capital pero necesitaba mostrar algo hecho para poder recibirlo. Al regresar a su país, buscaba que los programadores le hicieran un MVP casi gratis, con la esperanza de ofrecerles el 3% de su mega emprendimiento cuando por fin se lanzara... cosa que a esta fecha no se ha logrado.
¿Qué podemos aprender de esta experiencia?
Creo que lo más importante es que NO necesitas estar en un ambiente tóxico para aprender. A veces como desarrolladores/desarrolladoras pensamos que para seguir avanzando en nuestra carrera tenemos que soportar todo, sólo para ganar experiencia y no es así. Si tu empresa no te ofrece un buen ambiente laboral (y ya lo hablaste) o no te paga es hora de irse a otro lado. Si bien es cierto, la experiencia diaria de un trabajo es insuperable, existen muchísimas formas de aprendizaje: como tutoriales, cursos y side-projects. Ya hablamos de los riesgos de estos (aquí y aquí, respectivamente) pero aun así, son una excelente formar de aprender.
También me gustaría dejar en claro que tu tiempo vale oro y no vuelve. Si te invitan a participar en una idea de negocio, ¡investiga! Busca cuales son los beneficios, quién está involucrado y si vale la pena invertir tiempo. Volvemos al primer punto, no digas si solo por aprender y mucho menos sin recibir algo a cambio.
Normalmente las startups validan la idea antes de hacer software. Si la idea no está validada, es una pérdida de tiempo dedicar tiempo a generar el proyecto entero. Si te invitan a formar la parte técnica desde cero, deja en claro que la selección de la tecnología la da la necesidad del negocio o la experiencia del equipo. Esto evitará el cambio de tecnología constante y el equipo técnico tendrá más velocidad y podrá mostrar algo más rápido.